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El Asad y Rusia preparan una ofensiva para reconquistar Alepo

Las hostilidades en torno a la principal ciudad del norte de Siria amenazan el alto el fuego

Un artificiero ruso busca minas ocultadas por el ISIS en Palmira.Vídeo: REUTERS
Juan Carlos Sanz

El régimen del presidente Bachar el Asad y Rusia, su principal aliado, se preparan para reconquistar Alepo, controlada en parte por las fuerzas rebeldes sirias. Los combates se han intensificado en las últimas horas y se han cobrado al menos 35 muertos en torno a la mayor ciudad del norte del país, según ha constatado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que teme que la generalización de los enfrentamientos ponga fin al cese de hostilidades que entró en vigor el pasado 27 de febrero después de cinco años de guerra.

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El primer ministro sirio, Wael al Halaki, aseguró este jueves en Moscú durante una visita oficial que la ofensiva es inminente. “Junto con nuestros aliados rusos estamos preparando una operación para liberar Alepo y expulsar a todos los grupos armados ilegales que no se han sumado al alto el fuego o que lo han roto”, anunció Al Halaki, citado por la agencia rusa Tass.

La red de informadores del Observatorio ha verificado desde la noche del sábado intensos enfrentamientos en varios puntos situados al sur de Alepo entre las fuerzas rebeldes del Frente Al Nusra (filial de Al Qaeda), que han registrado 19 muertos en sus filas, y tropas gubernamentales apoyadas por milicianos libaneses chiíes de Hezbolá, que han sufrido 16 bajas mortales. Los yihadistas de Al Nusra están excluidos de la tregua, al pertenecer a un grupo considerado terrorista por la ONU, aunque colaboran estrechamente sobre el terreno con otras milicias islamistas que forman parte de la oposición internacionalmente reconocida.

La ofensiva del régimen de El Asad y de sus aliados rusos y libaneses se produce tras los ataques lanzados por el Frente al Nusra y otras milicias rebeldes para intentar recuperar las zonas que perdieron en la región de Alepo antes de que entrara en vigor el alto el fuego.

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El cese de hostilidades apadrinado por Moscú y Washington se tambalea en todos los frentes. Los diferentes combatientes están intentando ganar posiciones antes de la reanudación de las  conversaciones de Ginebra, prevista el próximo miércoles por Naciones Unidas, marcadas por un clima de pesimismo por ante las insalvables diferencias entre el régimen, que defiende la continuidad de El Asad durante un proceso de transición política, y la oposición, que exige la salida del presidente tras la formación de un Gobierno interino de unidad nacional.

El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, llegó la noche del jueves a Damasco en un nuevo intento de mantener a flote las conversaciones indirectas de Ginebra para una transición política después de haber viajado a Moscú y antes de volar a Teherán, cuyos Gobiernos sostienen al régimen de El Asad y su permanencia al frente del poder durante el proceso de diálogo para buscar una salida negociada al conflicto sirio. Las fuerzas rebeldes agrupadas en el Alto Comité para las Negociaciones han denunciado la reanudación de los bombardeos rusos en el sur de Alepo, donde la tregua parece haber saltado ya por los aires. Después de sus recientes avances frente al Estado Islámico (ISIS), el Gobierno de Damasco intenta reafirmarse su legitimidad mediante la celebración de las elecciones parlamentarias convocadas el día 13, que no cuentan con el reconocimiento de la ONU.

Para los miles de civiles sirios que permanecen cercados en frentes como Deraya, al sur de Damasco, sin apenas alimentos la situación sigue siendo desesperada. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU envió este jueves por primera vez mediante lanzamientos con paracaídas 20 toneladas de ayuda humanitaria urgente para la ciudad de Deir Ezzor (este), cuyos 200.000 habitantes se encuentran asediados desde 2014.

El Estado Islámico, también excluido de la tregua en Siria, empieza mientras tanto a desmoronarse ante el empuje conjunto de todos los contendientes. Ya ha perdido la histórica Palmira y la estratégica ciudad de Al Quariantain a manos del Ejército de Damasco, y amplias zonas de la región petrolera oriental de Deir Ezzor ante el avance de la alianza kurda y árabe de las Fuerzas Democráticas Sirias. La oposición suní apoyada por Ankara se ha apoderado también de Al Rai, el principal puesto fronterizo con Turquía controlado por el califato. Al menos 24 combatientes del ISIS perdieron la vida el jueves en bombardeos aéreos sobre Raqa, la capital del califato en Siria, atribuidos a la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, que lanzó también ataques contra las bases de los yihadistas en el vecino Irak.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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