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La desaparición de un sacerdote en Catemaco desata la ira de los pobladores

El párroco apareció este domingo con vida y con signos de tortura pero los vecinos habían prendido fuego al Ayuntamiento y saquearon varios comercios de la localidad veracruzana

Jacobo García
Palacio Municipal de Catemaco, Veracruz (México)
Palacio Municipal de Catemaco, Veracruz (México)EFE

El sacerdote José Luis Sánchez fue localizado este domingo con vida después de dos días desaparecido.

Lo hizo con signos de tortura y lo que se encontró al llegar a su parroquia de Catemaco, en el sureste de Veracruz, fue una comunidad soliviantada y embrabecida ante un capítulo más de violencia.

"Nuestro hermano sacerdote José Luis Sánchez Ruiz, desaparecido en la madrugada del viernes 11 de noviembre, ha aparecido (...) Efectivamente, el padre José Luis Sánchez Ruiz fue abandonado con notables huellas de tortura" confirmó en una nota de prensa el Episcopado Mexicano.

La desaparición del sacerdote había desatado una incontrolada ola de ataques contra comercios y dependencias públicas en la turística localidad.

Los pobladores acusan a la policía de estar detrás de la desaparición del sacerdote

La tarde del sábado primero ardió el Registro Civil, después la casa del alcalde, luego las oficinas del Ayuntamiento y a continuación una tienda de la marca Coppel fueron pasto de las llamas o saqueadas. La ira de los pobladores de Catemaco se desató con todos los brujos juntos sin que todavía haya certeza de que la aparición del párraco haya logrado templar los ánimos. 

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La extraña desaparición de su sacerdote había esbordado la paciencia de los pobladores.

El padre José Luis es un viejo conocido de la comunidad pues se había involucrado en distintas causas sociales y hasta participó en manifestaciones en contra de los abusos de compañía eléctrica (CFE). De igual manera, en sus homilías dominicales denunciaba la ola de violencia que vive la región y sus superiores estaban enterados de las amenazas que había recibido.

La Diócesis de San Andrés Tuxtla había informado que el sacerdote fue visto por última vez el jueves y que el viernes, cuando sus colaboradores llegaron a su casa, sus pertenencias se encontraban desordenadas y el sacerdote había desaparecido. A alimentar el fuego vecinal ayudaron los rumores que decían que fueron policías quienes sacaron por la fuerza al párroco de su casa.

La respuesta no se hizo esperar y horas después de conocerse la noticia de su desaparición, cientos de campesinos iniciaron protestas que incluyeron el cierre de carreteras, para exigir el regreso con vida del religioso. Al reclamo de los habitantes de Catemaco se sumaron campesinos llegados de poblaciones cercanas quienes prendieron fuego a un coche patrulla de la policía municipal y rodearon la estación de bomberos para evitar que pudieran controlarlo.

Ante la gravedad de la situación, la Diócesis de San Andrés Tuxtla, a la que pertenece el sacerdote se deslindó de la situación de violencia desatada. Como respuesta, la Iglesia había convocado a los feligreses a canalizar su indignación en forma de oración en la misma iglesia donde oficiaba misa.

La noticia llegó en un contexto de repunte generalizada de la violencia en todo el país pero que se ha cebado especialmente contra los sacerdotes de pequeños municipios expuestos a la violencia del crimen organizado. Recientemente otros dos religiosos de Veracruz fueron asesinados en Córdoba.

El Centro Católico Multimedial estima que 30 sacerdotes han sido asesinados en México desde el 2006. Los estados más peligrosos son Veracruz, Guerrero y el de México, indicó la organización. Los sacerdotes en México son "víctimas de intentos de extorsión, amenazas de muerte, e intimidación por parte de grupos criminales organizados", escribió el Departamento de Estado de Estados Unidos en su informe Libertad Religiosa Internacional 2015.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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