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OFENSIVA ALIADA CONTRA SERBIA

Francia se plantea mandar tropas a Kosovo

Discrepancias internas en los partidos del Gobierno alemán por la intervención de la OTAN

El debate sobre la necesidad de enviar tropas a Kosovo para poner fin al éxodo de la población civil y acabar con las represalias de las fuerzas serbias empieza a abrirse paso en la política francesa, al tiempo que se acentúan las divergencias en el seno del Gobierno de la "izquierda plural". Las imágenes y las cifras de los refugiados kosovares que huyen de sus poblaciones y el fracaso de la mediación rusa están empujando a los líderes políticos a reconsiderar una alternativa, la de la entrada de la OTAN en Kosovo, descartada hasta hace pocos días. En el Gobierno alemán, las tensiones entre partidarios y detractores de prolongar el ataque de la OTAN son cada vez más intensas en los dos socios de la coalición.

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Políticos tan dispares en el Parlamento francés como la ministra verde, Dominique Voynet, y el presidente de Democracia Liberal, Alain Madelin, se pronunciaron ayer abiertamente por el envío de tropas a Kosovo. El primer ministro francés, Lionel Jospin, negó en la Asamblea, en respuesta a un diputado, que el Gobierno haya descartado la intervención terrestre. Como prueba de su voluntad de "impedir que Milosevic salga vencedor" del reto a la comunidad internacional, el Gobierno francés reforzó el dispositivo aéreo puesto a disposición de la OTAN con seis aviones más.El presidente Jacques Chirac denunció la "intransigencia absoluta" de Milosevic y el ministro de Exteriores, Hubert Védrine, afirmó que los resultados de la mediación rusa son "menos que insuficientes". Paralelamente, las críticas a la intervención bélica suben de tono mostrando abiertamente las diferencias internas en el Ejecutivo francés. Aunque los bombardeos no suscitan la unanimidad en ninguna de las formaciones políticas, son los comunistas quienes llevan la batuta del rechazo.

En el Gobierno de coalición alemán, tanto dentro del SPD (Partido Socialdemócrata) como, sobre todo en los Verdes, en cuya ideología hay una importante corriente pacifista, han surgido fuertes discrepancias internas. El diputado Hans-Christian Ströbele y otros políticos verdes presentaron ayer en Bonn un llamamiento para que la OTAN "acabe inmediatamente la guerra de agresión contra Yugoslavia".

El llamamiento invita a participar en acciones de protesta en las próximas jornadas y exhorta a los miembros del Gobierno del partido (léase el ministro de Exteriores, Joschka Fischer) a dejar de apoyar la "política aventurista" de la OTAN y a utilizar su influencia para "acabar inmediatamente la agresión contra Yugoslavia".

Congreso extraordinario

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La organización de los Verdes en Hamburgo ha pedido un congreso extraordinario del partido dedicado a la crisis de Kosovo y cuenta con el apoyo de otras tres organizaciones. El ministro Fischer se mostró ayer sensible a las dudas sobre la intervención de la OTAN e insistió en aclarar a la opinión pública quienes son las "víctimas" y quienes "los culpables" en Kosovo. En un comunicado del Ministerio de Exteriores sobre la "estrategia serbia de la limpieza étnica", Belgrado repite el modelo ya desarrollado en Bosnia y lo había planeado mucho antes de que la OTAN comenzara a actuar.Entre los que han expresado dudas sobre la eficacia de la intervención militar en el SPD está el ex alcalde de Hamburgo, Henning Voscherau, que critica la falta de base legal de la acción por carecer ésta de un mandato de la ONU. La intervención en el Kosovo ha sido incorporada al orden del día del congreso extraordinario del SPD, que debe confirmar a Gerhard Schröder como presidente del partido el 12 de abril.

A pesar de que la operación Fuerza Aliada sigue en la fase dos, la OTAN ha autorizado ayer la ampliación del "alcance y ritmo" del ataque al régimen del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic. Desde la sede en Bruselas, la Alianza no dio ayer muchos datos sobre la evolución del ataque, pero denunció el bombardeo de civiles por las tropas serbias y "la destrucción de los archivos del pueblo kosovar".

La decisión del Consejo Atlántico de no pasar a la fase tres se debe a que el sistema antiaéreo yugoslavo aún no se ha degradado lo suficiente como para permitir el vuelo de los aviones aliados a unos 200 metros del suelo. Pero parece poner de relieve también la existencia de cierta preocupación en la OTAN por la imagen que se está proyectando del conflicto.

A pesar de los ataques diarios a las instalaciones serbias, una semana de operaciones aéreas no ha permitido dar la sensación de que Occidente está ganando. El ataque de la OTAN no sólo no ha parado la limpieza étnica desatada por Milosevic contra el pueblo kosovar, sino que ha permitido al líder serbio desatar las dudas de la opinión pública internacional acerca de la efectividad del ataque aéreo y que se empiece a extender la idea de que sin los aviones de la OTAN no habría ahora miles de refugiados en las fronteras de Kosovo.

En este ambiente de creciente pesimismo, la Alianza ha preferido no dar la sensación de que aumenta el grado del ataque en Yugoslavia para no crear falsas expectativas sobre los resultados de ese salto cualitativo aparente. Y se ha limitado a autorizar a los militares a atacar objetivos adicionales, pero sin pasar a la fase tres. Esos objetivos son "los lugares en los que se concibe la represión", afirmó David Wilby, portavoz de las operaciones militares.

La OTAN afirmó ayer que a lo largo de estos días han sido destruidos en tierra o en el aire una treintena de aviones yugoslavos, lo que supondría la práctica inutilización de la aviación de Milosevic. Portavoces aliados denunciaron ayer que las fuerzas serbias "dispararon con armas pesadas a columnas de refugiados kosovares". "Hay un gran número de refugiados y de elementos del Ejército de Liberación de Kosovo en el valle de Pagarusa (centro de Kosovo). Han sido rodeados por la policía y la armada, que han disparado sobre ellos con armas pesadas y con carros de combate", declaró Wilby.

Patrulla desaparecida

El Pentágono informó anoche de que una patrulla de tres soldados estadounidenses había desaparecido en Macedonia tras caer presumiblemente en una emboscada.Jamie Shea, portavoz de la OTAN, denunció a su vez que las tropas serbias están procediendo "a la destrucción de los archivos del pueblo kosovar". "Están destruyendo los títulos de propiedad, las actas de nacimiento y los registros de matrimonio. Quieren robar el pasado y reescribir la historia", dijo. Y, sobre todo, dificultar el regreso a Kosovo de los albaneses que ahora lo están abandonando.

Por su parte, el Vaticano ha decidido tomar parte activa en el conflicto y enviará hoy o mañana al jefe de su diplomacia, monseñor Jean-Louis Tauran, para reunirse con Milosevic, según informaron ayer fuentes vaticanas.

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