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Sharon asegura que no tiene planes de matar a Arafat

Después de haberse lamentado en un par de ocasiones por no haber dado la orden de matarle durante la invasión de Líbano a principios de los años ochenta, Ariel Sharon aseguró ayer públicamente que no tiene intención de asesinar a Yasir Arafat. Hablando ante un grupo de 150 diputados europeos de los diferentes grupos parlamentarios que hacen una breve gira por Oriente Próximo, Ariel Sharon dijo que no tiene "ningún plan para matarle, a pesar de que este hombre sea responsable de la muerte de cientos, miles de personas -la mayoría civiles-, a partir de su estrategia terrorista". Aun así, el primer ministro israelí no se retractó del reciente y ambiguo decreto por el que su Gobierno pretende "remover" al presidente palestino, quien últimamente ha sufrido importantes problemas de salud.

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Tras reunirse con esta delegación de legisladores en la Knesset, Sharon habló también de la controvertida barrera de separación de Cisjordania. "La verja de seguridad no supone una frontera política, sino que es una medida encaminada a prevenir el terrorismo, por lo que seguiremos adelante con su construcción", agregó Sharon. Los palestinos, en cambio, piensan que este polémico proyecto no es más que parte de la tradicional política de hechos consumados aplicada por Sharon, quien en su opinión utiliza el pretexto de la seguridad para anexionarse unilateralmente una buena parte de su territorio y recursos acuíferos.

La Knesset fue ayer también escenario de un importante debate en la Comisión de Asuntos Financieros, que aprobó por ocho votos contra siete la inversión de 130 millones de shequels (unos 26 millones de euros) para la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos ubicados en Cisjordania y la franja de Gaza. A pesar de las críticas del Partido Laborista y del Meretz, el ministro de Vivienda y líder del Partido Nacional Religioso, Effi Eitam, logró sacar adelante una propuesta que contraviene el espíritu de la Hoja de Ruta.

En lo que podría suponer en este caso una violación del articulado del plan de paz elaborado por el Cuarteto (formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas), ayer se filtró un documento interno del Ministerio de Defensa, cuyo titular, Saúl Mofaz, quiere otorgar estatus legal a varios de los enclaves que, según la Hoja de Ruta, deberían ser desmantelados.

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