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"En Cuba se empieza a mover el dominó"

Los cubanos escudriñan todos los signos tras la renuncia de Fidel Castro

Calma total. Tanta, que los cubanos se pasan. Todavía ayer por la mañana algunos decían no haber leído el mensaje de renuncia del comandante, y muchos que sí lo habían hecho no le daban tanta importancia. ¿Y ahora? "Ahora nada. Esperar. Cuando una puerta se cierra, otra se abre", dice Paulina Ugarte. Paulina tiene poderes espirituales y tira las cartas en su casa de La Habana. A sus 71 años está de vuelta de muchas cosas, por ello no teme al futuro que comienza y confía en que todo va a mejorar. Consulta a santos y espíritus: "Dicen que siempre hay una salida, no hay que preocuparse".

La gente de la calle se hace las mismas preguntas que los diplomáticos
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Roberto Manzano, de 72 años, dibujante y bailador, cree que lo sucedido el martes era lógico. "Mire, él ya no podía con el ajetreo ese de manejar una República, tenía que descansar". Manzano asegura estar tranquilo, aunque admite que en la calle hay un "tin" de incertidumbre. "Imagínese, ya estábamos muy habituados. Son muchos años".

Roberto y Paulina son de una generación que acepta las cosas de la vida con naturalidad. Ahora está Raúl, bien. Que nombran a otro más joven, pues ya está. Las nuevas generaciones son otra cosa. "Aquí no va a cambiar nada, y si cambia es a peor", asegura Wilson, 28 años, conductor de un bicitaxi. Del otro lado, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, en un mensaje en el diario Juventud Rebelde, declaró: "Cada uno de nosotros actuará como un comandante en jefe" a partir de ahora.

La renuncia de Fidel Castro a todos sus cargos de gobierno poco a poco empieza a ser digerida en la calle; al final, las preguntas que se hace la gente más humilde son las mismas que formulan en sus despachos analistas y diplomáticos. ¿Cuánto pesará Fidel aunque se haya ido? ¿Cuál es en verdad su estado de salud? ¿Será Raúl capaz de introducir cambios? En esencia, ¿más de lo mismo, reforma a la china o repetir la experiencia del campo socialista?

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"El perro tiene cuatro patas, pero coge un solo camino", dice Paulina, al pie de su bóveda espiritual. Hay varios vasos con agua y unos crucifijos: "En éste está mamá; en éste los espíritus de Nat King Cole y Sarah Vaughan; en éste los de algunos médicos de la familia ya difuntos". Paulina concluye con un dicho de santería: "La carrera no siempre la gana el más rápido".

En la disidencia, como en la sociedad, las opiniones están divididas, aunque predomina el escepticismo. El activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez piensa que en la renuncia de Fidel Castro "hay más titular que sustancia". "Fidel Castro no va a abandonar el escenario político, pues sigue siendo el jefe del partido único gobernante. Los cambios que se están anunciando sólo servirán para que todo siga igual. La verdad, no espero ningún impacto positivo a corto plazo en la situación de los derechos humanos".

Para los opositores moderados, sin embargo, hay motivos de esperanza. "Raúl va a quedar con manos libres y podrá hacer lo que Fidel no ha hecho, iniciar cambios económicos y no descarto que políticos", cree Eloy Gutiérrez Menoyo. El socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa considera la decisión de Fidel Castro "valiente y responsable" y ve que la "posibilidad de una apertura, de una reforma, básicamente económica en principio, comienza a partir de ahora"

"Se empieza a mover el dominó", afirma Manzano, usando una expresión criolla que significa que empiezan a pasar cosas. Una de ellas es la visita que inició ayer el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, para conmemorar la que hace 10 años realizó el Papa Juan Pablo II. El sábado, Bertone inaugurará un monumento dedicado al pontífice polaco en la ciudad de Santa Clara, la misma que guarda los restos del Che Guevara.

"No teman, abran las puertas a Cristo", es la frase de Juan Pablo II inscrita en el conjunto escultórico. Para más símbolos, el lunes Bertone estrechará la mano del nuevo gobernante cubano, y amén.

Un estudiante pasa por delante de una pintada a favor de Fidel Castro en la capital cubana.
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