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Continúa la búsqueda en Sicilia de decenas de inmigrantes desaparecidos en un naufragio

Las autoridades han recuperado los cadáveres de siete pasajeros que murieron en el suceso

Fuerzas de la Marina y de la guardia costera italiana han recuperado los cadáveres de siete pasajeros de un barco que naufragó el sábado en el canal de Sicilia, al sur de Italia. La nave llevaba unos 70 inmigrantes ilegales, de acuerdo con las declaraciones de los tres únicos supervivientes rescatados hasta el momento. Las autoridades italianas siguen con las tareas de rescate, pero el área del naufragio es lo bastante amplia para hacer que la búsqueda sea lenta.

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La tragedia se consumó sin testigos, en las aguas transparentes del canal de Sicilia. La alerta partió el lunes de un pesquero tunecino que recogió en alta mar a tres náufragos, dos mujeres y un hombre, que advirtieron de lo ocurrido.

De inmediato se pusieron en marcha los medios aeronavales de búsqueda de la Marina italiana y la Guardia de Finanza, que hasta última hora de ayer lograron recuperar siete cadáveres y avistaron varios más, a 35 millas al sur de la isla de Lampedusa, no lejos de las costas africanas. Las posibilidades de encontrar náufragos con vida parece cada vez más remota.

Tragedia similar

Los responsables del salvamento temen encontrarse ante una tragedia similar a la que se produjo en septiembre pasado junto a la localidad de Puerto d'Empedocles, en el litoral siciliano, cuando se hundió otra nave repleta de inmigrantes que murieron ahogados. El mar devolvió, uno a uno, hasta 30 cadáveres.

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La cifra de inmigrantes que llegan a las costas italianas por medios clandestinos sigue aumentando. Entre el lunes y ayer han desembarcado 400 personas, la mayoría norteafricanos, muchos de los cuales serán devueltos a sus respectivos países.

Expulsión "a cañonazos"

La tragedia de Sicilia coincide en Italia con una nueva polémica sobre la efectividad real de la ley Bossi-Fini, aprobada hace algo más de un año para hacer frente a la emergencia de la inmigración clandestina, informa desde Roma Lola Galán. Umberto Bossi, uno de los artífices del texto, se declaró muy crítico con la forma en que se ha aplicado la ley hasta el momento, y en una reciente entrevista a Il Corriere della Sera llegó a decir que era necesario "echar a cañonazos" a los clandestinos. Una frase que provocó la condena general y un inmediato desmentido de Bossi. Pero el problema permanece. Los centros de acogida vuelven a estar colapsados por las nuevas remesas de inmigrantes.

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