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Los democristianos volverán mañana al poder en Holanda después de 8 años, según los sondeos

El partido de Pim Fortuyn será el segundo más votado en las elecciones legislativas

Isabel Ferrer

El primer sondeo publicado tras el asesinato de Pim Fortuyn auguraba ayer un segundo puesto al partido del político holandés, Lista Fortuyn, inmediatamente después de la democracia cristiana (CDA), considerada la posible vencedora en las elecciones de mañana. Los socialistas del PvdA, hoy en el poder, quedarían por detrás del grupo de recién llegados, que ha revolucionado la escena política nacional y sigue acaparando los medios de comunicación. Su nuevo presidente, Peter Langendam, se ganó anoche un rapapolvo del primer ministro saliente, Wim Kok, por haber señalado a los partidos de izquierdas como causantes indirectos, con sus críticas, de la muerte de Fortuyn.

Langendam hizo unas francas declaraciones recogidas ayer por el rotativo de centro Het Parool, donde afirmaba que 'la bala mortal salió de la izquierda, no de la derecha de este país'. También calificaba de 'lágrimas de cocodrilo' los lamentos posteriores al crimen por parte del actual candidato socialista, Ad Melkert, y del propio Kok. Desolado, este último le reprendió por 'echar más leña al fuego' en un momento en que la sociedad holandesa necesita tranquilizarse y meditar sobre lo ocurrido la pasada semana. 'He hecho lo posible por calmar los ánimos y que todo vuelva a la normalidad. No es de recibo que se digan cosas así', señaló el primer ministro holandés.

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Poco después, Langendam emitió un comunicado donde pedía disculpas por el tono de sus opiniones en un momento tan delicado, pero sin desdecirse. A la vista de la excelente predicción del sondeo electoral, portavoces de Lista Fortuyn se distanciaron de cualquier teoría que relacionase el asesinato de su líder con una supuesta campaña en su contra.

Sin campaña ni debates

Sin campaña electoral ni tampoco debate televisado que reúna a última hora a los cabezas de lista, el sondeo se convirtió en el tema de discusión de la jornada. Según el Instituto Holandés para la Investigación sobre la Opinión Pública (NIPO), la democracia cristiana volvería al poder con 31 escaños -ahora tiene 29- tras ocho años de coalición 'púrpura' con socialistas y liberales. El CDA fue apartado en 1994 por primera vez del Gobierno en Holanda desde 1918, y el nuevo primer ministro sería Jan Peter Balkenende.

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La recién formada Lista Fortuyn, sin pasado y con un líder muerto encabezando su papeleta electoral, se convertiría, con 28 asientos, en la segunda fuerza del país. Los socialistas del PvdA, hoy con 45 escaños, retendrían sólo 25 y serían los grandes derrotados. Los liberales de derecha del VVD, también en el poder en estos momentos, perderían fuerza, pasando de 38 escaños a 25. El sondeo predice el ascenso de los Verdes de Izquierda (Groen Links), de 11 a 14 escaños, y le concede a Leefbaar Nederland, antiguo partido de Fortuyn, dos puestos en el Parlamento.

Las primeras en reaccionar ante estas cifras fueron las juventudes socialistas, que pidieron la dimisión de Ad Melkert de confirmarse las predicciones. 'Si perdemos tantos escaños, sería el momento de su retirada', dijo Jasper Fastl, presidente de las nuevas generaciones del PvdA. Cualquiera que sea el resultado, Ad Melkert recordará estas elecciones como las más duras de su vida política. Criticado por sus correligionarios por no haber sabido encarar a Fortuyn, al que no le dirigía la palabra en sus primeros encuentros públicos, ha sido acusado luego de 'demonizarle'. Que no tiene talla política es lo más suave que ha oído en los últimos días Melkert por parte de sus rivales.

Lista Fortuyn, que ha preferido mantener el nombre de su jefe muerto en la papeleta electoral, elegirá un nuevo líder después de los comicios. Sus críticos califican dicha decisión de un intento desesperado de ganar más votos. El partido asegura que presentarse con Fortuyn era lo más honorable.

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