Al Qaeda pide a Bush que no se vaya "del campo de batalla como Rumsfeld"

El líder de Al Qaeda en Irak, Abu Hamza al Muhajir, lanzó ayer un desafío a Estados Unidos y respondió a la salida del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, así como al resultado de las elecciones legislativas. "Llamo al Pato Cojo a que no se dé prisa para escapar del campo de batalla como ha hecho el ministro de Defensa", señala Al Muhajir en una grabación difundida en Internet, cuya autenticidad no ha sido confirmada. Pato Cojo es el nombre con el que, en la jerga política estadounidense, se conoce al presidente que, como George W. Bush, no puede volver a presentarse a la reelección.

En el mismo mensaje, Muhajir asegura que la organización terrorista de Osama Bin Laden "dispone de 12.000 combatientes armados en Irak y de otros 10.000 que esperan recibir equipamiento para luchar contra las tropas de EE UU", según el texto del comunicado traducido por las agencias internacionales. Muhajir reemplazó a Abu Musab al Zarqaui como líder de la organización en Irak, cuando el terrorista de origen jordano fue abatido en junio en un enfrentamiento con las tropas de Estados Unidos.

"No abandonaremos nuestra Yihad (guerra santa) hasta que volemos por los aires vuestra abyecta casa llamada la Casa Blanca", prosigue Al Muhajir. En referencia al resultado de las últimas elecciones legislativas, en las que los demócratas se han hecho con el control del Congreso y el Senado, el dirigente de Al Qaeda en Irak asegura "que los estadounidenses han dado un paso en el buen sentido al darse cuenta de que su presidente les ha traicionado al apoyar a Israel". "Han votado algo razonable en las últimas elecciones", manifiesta Muhajir, quien insulta directamente a Bush al calificarle del "presidente más estúpido de Estados Unidos, el país de los esclavos y los narcóticos".

Mientras el dirigente de Al Qaeda difundía su jerga propagandística a través de Internet, la violencia continuaba en Irak. Catorce cadáveres de personas torturadas y asesinadas fueron encontrados ayer en Bagdad en un hallazgo que no por rutinario -todos los días aparecen cuerpos de víctimas de escuadrones de la muerte, a veces decenas en la misma jornada- resulta menos terrorífico. En un atentado suicida en Tal Afar, una ciudad situada a 370 kilómetros de Bagdad que es una de las más violentas de Irak, un coronel y cinco soldados fueron asesinados.

El Gobierno iraquí estimó ayer, basándose en datos obtenidos de las morgues del país, que entre 100.000 y 150.000 personas han muerto de forma violenta desde la invasión anglo-estadounidense de marzo de 2003. La cifra -similar a los últimos cálculos de muertos durante la guerra de Bosnia (1992-1995)- es muy inferior a la que difundió recientemente la revista médica Lancet, basándose en encuestas, que cifraba en 650.000 las víctimas mortales.

En realidad, dado que en grandes zonas de Irak no hay ningún tipo de autoridad estatal, es muy difícil llegar a una cifra precisa de muertos basándose en datos oficiales. La morgue de Bagdad, donde se concentran gran parte de los enfrentamientos, recibe cerca de 60 cadáveres cada día.