Los aliados anuncian un compromiso a largo plazo con Afganistán
"La respuesta final no es militar sino civil", dice el secretario general de la Alianza
El secretario general de la ONU, el secretario general de la OTAN, el presidente afgano y los líderes de los 40 países que participan en ISAF, la fuerza de asistencia al país asiático, confirmaron ayer en Bucarest "el firme y compartido compromiso a largo plazo" de la comunidad internacional con Afganistán. Todos se conjuraron para impedir que talibanes o Al Qaeda vuelvan a convertirse una amenaza terrorista.
El proceso de estabilización de Afganistán avanza a trompicones, sin que la intervención militar que encabeza la OTAN a través de ISAF permita vislumbrar un final. Decenas de altos responsables políticos, encabezados por Ban Ki-moon, secretario general de la ONU pasaron revista a la situación y concluyeron en la necesidad de reforzar el esfuerzo, potenciando la vertiente civil. "La respuesta final para Afganistán no es militar, sino civil: reconstrucción y desarrollo", enfatizó Jaap de Hoop Scheffer, secretario general aliado.
Pese al esfuerzo realizado ayer, las contradicciones siguen sin desaparecer de la campaña afgana. La respuesta final no es militar, pero se insistió en la necesidad de que todos los países contribuyan con más generosidad con soldados y equipamiento castrense y se dijo que algunos, sin identificar, lo habían hecho con recursos no cuantificados. Se celebró como un gran éxito que Nicolas Sarkozy ofreciera 700 militares, cuando el general responsable sobre el terreno reclama del orden de 12.000.
Los reunidos identificaron cuatro principios directores para contribuir al rescate de Afganistán. El cuarto de ellos alude al "incremento de la cooperación y la vinculación con los vecinos de Afganistán, especialmente Pakistán". Reconocido como el país crucial que es, cómoda retaguardia de los talibanes, Pakistán no fue invitado para participar en una reunión que se presentó como la de la verdad para aunar el esfuerzo internacional.
El apoyo a un mayor liderazgo afgano y la elaboración de una estrategia de amplio espectro por parte de la comunidad internacional que aúne esfuerzos civiles y militares fueron los otros principios a sumar al crítico del "firme y compartido compromiso a largo plazo" de la implicación.
La declaración sobre Afganistán va a acompañada de una visión estratégica que busca crear las condiciones hacia una transición que permita a los afganos asumir su propia seguridad. Como un adelanto, Hamid Karzai, el presidente afgano, dijo que sus hombres asumirán "en agosto la responsabilidad en Kabul".
ISAF tiene sobre el terreno unos 47.000 efectivos, apoyados con otros 20.000 americanos. Además de pedir más efectivos y medios a los aliados, la comunidad internacional aspira a preparar y dotar un ejército afgano de 80.000 efectivos para 2010.
