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El SPD reelige a Schröder como presidente y acepta sus recortes sociales

Las bases del partido socialdemócrata alemán admite la necesidad de reformar el estado del bienestar

La política de reformas sociales del canciller alemán Gerhard Schröder no le ha pasado una factura demasiado cara entre las bases del partido. Schröder ha sido reelegido hoy presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) con una mayoría del 80,83%, amplia pero ocho puntos menor que la que registró hace dos años, cuando rozó el 90% de respaldo. El dato escenifica que los militantes socialdemócratas aceptan a regañadientes el recorte de beneficios sociales que el canciller ha puesto en marcha y en el que ha empeñado su prestigio.

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En el congreso federal del partido que se celebra en Bochum, en la cuenca del Ruhr que fue corazón de la industria minera y de la socialdemocracia alemana, el canciller se ha dirigido durante media hora a sus correligionarios para defender una vez más las principales líneas de su Agenda 2010, el concepto por el que se conocen las reformas sociales y laborales del Gobierno rojiverde, y ha pedido al partido apoyo para seguir llevándolas adelante.

El canciller desea que el partido sea una piña ahora que emprende reformas tan dramáticas y mientras el rival conservador de la CDU amenaza con romper la mayoría socialdemócrata. El partido se encuentra en la peor crisis de su historia moderna, con una pérdida de afiliados sin precedentes -cerca de 30.000 en lo que va de año- y también de votantes: los últimos sondeos dan al SPD en torno al 25% de apoyos. Por ello, el Schröder, antes de que comenzara el debate de su programa, ha pedido evitar las batallas internas y respaldar al Gobierno en el "difícil camino" de las reformas.

"Las derrotas electorales de los últimos tiempos nos duelen. Los sondeos actuales me deprimen lo mismo que a vosotros", ha confesado el canciller al abrir su discurso, al que las bases han reaccionado con respeto más que con fervor, algo a lo que está acostumbrado Schröder desde que es presidente del SPD. El canciller ha parecido convencer, aunque no ha escuchado aplausos.

Recorte del modelo social

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El canciller ha insistido una vez más en que, en un mundo globalizado, en el que además la población se hace cada vez más longeva, no hay alternativa a la remodelación del modelo social, con los consiguientes recortes en las prestaciones, por ejemplo a los jubilados. Pese a ello, Schröder se ha dicho convencido de que la población no sólo entiende sino que apoya las reformas, y que el problema por tanto es de comunicación. "Tenemos que explicar nuestra política con mayor claridad.

Por ello, ha enfatizado en la defensa "obsesiva" del paquete de reformas, emplazando al partido a poner más de relieve todos los avances logrados desde que socialdemócratas y verdes asumieron el Gobierno en 1998. No obstante, no han faltado voces que opinan que el problema del partido no es de comunicación sino de contenido y que el ciudadano ya no se siente representado por un partido que ha dejado de proteger al hombre de a pie. En todo caso, el ambiente del congreso revela que, si bien las bases han comprendido la necesidad de reformas, todavía no han encontrado un modelo que sustituya las viejas tradiciones.

Gerhard Schröder, durante el Congreso del SPD alemán.
Gerhard Schröder, durante el Congreso del SPD alemán.REUTERS

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