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El narcotráfico se infiltra en la contienda electoral en Tamaulipas

El PRI expulsa a tres candidatos municipales acusándoles de vínculos con el crimen organizado

Una patrulla de la Policía Federal junto a simpatizantes del PAN.
Una patrulla de la Policía Federal junto a simpatizantes del PAN. SAÚL RUIZ

Los líderes de dos de los principales partidos políticos en México se han acusado de tener candidatos vinculados al narcotráfico. El presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, anunció el sábado que había decidido expulsar a tres de sus candidatos a presidentes municipales de Tamaulipas, porque fueron “amenazados o comprados por el crimen organizado” para apoyar al abanderado del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura de ese Estado. Inmediatamente, el dirigente panista, Ricardo Anaya Cortés, defendió a su candidato y afirmó que históricamente la infiltración del narcotráfico se ha dado en el PRI, el partido que siempre ha gobernando en el Estado.

Tamaulipas, ubicado en el noreste de México, es uno de los trece Estados donde habrá elecciones el próximo 5 de junio para renovar gobernador, alcaldes y diputados locales. Desde hace casi diez años ha sido fuertemente golpeado por el crimen organizado. Los Zetas y el Cártel del Golfo han mantenido una disputa por el control del territorio -frontera con Estados Unidos- que ha situado a la entidad como una de las más violentas del país. En las elecciones de 2010 el entonces candidato del PRI a Gobernador, Rodolfo Torres Cantú, fue asesinado seis días antes de la elección. Su hermano fue nombrado candidato sustituto y ganó los comicios. Ahora, la entidad está nuevamente en disputa electoral.

La acusación del líder del PRI –formación a la que pertenece el presidente Enrique Peña Nieto- se da a menos de un mes de la renovación del cargo público más importante en la entidad. Durante una gira por Tamaulipas, Beltrones Rivera dijo que los candidatos de su partido a tres alcaldías serán investigados por el partido y según el resultado se procederá a ponerlos a disposición de las autoridades. “Sabemos que fueron amenazados por los malos, por los delincuentes o por los narcos”. El político hizo un llamado al resto de los partidos para que denuncien la infiltración de la delincuencia organizada en la contienda electoral.

Como escudo de defensa, el dirigente nacional del conservador PAN, Anaya Cortés, afirmó que su candidato al Gobierno de Tamaulipas, Francisco García de Vaca, no tiene abierta ninguna investigación penal en su contra. Las acusaciones del PRI, destacó, sólo buscan dañar la imagen del panista porque es puntero en las encuestas. “Su ventaja es contundente, será el próximo gobernador del Estado y eso explica la reacción desesperada del PRI y su presidente por atacarlo personal y reiteradamente”, expuso. Además denunció que el actual candidato del PRI, Baltazar Hinojosa Ochoa, tuvo diversos cargos públicos durante el Gobierno de Tomás Yarrington (1999-2004), acusado de tener nexos con el narcotráfico y actualmente prófugo de la justicia.

Según Anaya, las administraciones públicas a cargo del PRI se entregaron en brazos del crimen organizado y son ellos los responsables de la inseguridad que vive la entidad. La acusación en contra de García de Vaca hecha por el PRI no es nueva. El diario El Norte ha publicado que el político recibió 500.000 dólares del Cártel del Golfo en 2004 durante su campaña rumbo a la alcaldía de Reynosa, una localidad de Tamaulipas. Según la publicación, un informante de la DEA contactó al panista con narcotraficantes de esa región. El equipo del candidato ha negado estas acusaciones y ha mostrado documentos de la Fiscalía mexicana que desmienten las acusaciones.

Baltazar Hinojosa también ha sido señalado de tener vínculos con el narco. Algunos medios difundieron que cuando fue candidato a la alcaldía de Matamoros su campaña estuvo financiada con dinero proveniente del crimen organizado. Además ha sido cuestionado por su relación con el exmandatario de esa entidad, Tomás Yarrington, buscado por la justicia de Estados Unidos. En el 2000 fue titular de Desarrollo Social y de 2001 a 2003 fue secretario de Educación, Cultura y Deporte, los dos cargos durante la gestión de Yarrington, con quien mantiene una relación de amistad.

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