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EXTREMISMOS

Grecia: neonazis en el Parlamento

Los fascistas de Aurora Dorada muestran sin pudor su radical rechazo a los inmigrantes Con el país en descomposición, dan alimentos y atención sanitaria "solo a los griegos"

Miembros de Aurora Dorada, durante un acto de campaña en abril.
Miembros de Aurora Dorada, durante un acto de campaña en abril.REUTERS

Los saludos con el brazo derecho en alto y las esvásticas desaparecieron de la plaza de Sintagma de Atenas cuando, caído el régimen fascista de Yoanis Metaxás, los ocupantes nazis abandonaron Grecia en 1944. Hoy, los ultraderechistas del partido Aurora Dorada intentan aprovechar el estado de descomposición económica, política y social en que se encuentra el país para volver a imponer estos símbolos, y su significado, en las calles griegas.

Como ocurre en la mayoría de las formaciones europeas de extrema derecha, “sus votantes piensan que los inmigrantes son el origen de los problemas”, explica Pedro Olalla, profesor español de la Universidad de Atenas que lleva 20 años en Grecia. En el país hay unos 800.000 extranjeros con documentación y alrededor de 500.000 sin papeles, que suman el 10% de la población. Pero, a diferencia de los partidos radicales del norte de Europa, los ultras griegos no se molestan en disimular su rechazo a los extranjeros.Tampoco se han reciclado. Todavía tienen a los judíos en el punto de mira y niegan el Holocausto.

Aurora Dorada irrumpió en el Consejo de los Helenos —el Parlamento griego— en mayo de 2012 con un 7% de los votos y 21 de los 300 escaños. Las intimidatorias imágenes de los guardaespaldas de su líder, Nikos Michaloliakos, ordenando a los periodistas que se pusieran en pie para recibirlo en rueda de prensa dieron la vuelta al mundo. Cuando un mes después, en junio, tuvieron que repetirse los comicios porque ningún grupo consiguió mayoría para formar Gobierno, también tuvo un gran eco el vídeo de un debate electoral en el que el portavoz de la formación golpeaba a una contertulia, diputada del Partido Comunista griego.

El portavoz de Aurora Dorada, Ilias Kasidiaris, agrede a la dirigente comunista en un debate preelectoral el pasado junio.

En aquella segunda ocasión, el partido fascista, que en 2009 obtuvo menos del 0,5% de los apoyos en las elecciones europeas, revalidó su éxito electoral al obtener un 6,9% de los sufragios y 18 diputados. Y todo, a pesar de la actitud violenta de sus miembros, salpicados por numerosos casos de violencia contra los inmigrantes: más de 87 ataques solo en la capital entre enero y septiembre, según la Red contra la Violencia Antirracista, conjunto de ONG patrocinado por la ONU. Incluso patrullan mercados para destruir los puestos de inmigrantes irregulares. "La violencia en Grecia existe de forma latente desde la dictadura [1936-1941], solo que ahora ha estallado", explica Vula Papagianni, profesora de Educación Intercultural en la Universidad de Atenas.

En diciembre,

Grecia, el paradigma de la crisis económica en Europa, ha tenido que ser rescatada dos veces desde 2010 y sus sucesivos Gobiernos se encuentran desde entonces maniatados por la troika —Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional—, que impone a sus Ejecutivos la aplicación de severas medidas de austeridad.

Mientras tanto, la vida en el país, con un paro de más del 25% y continuos recortes económicos y sociales, se vuelve cada vez más difícil. "Todo ha colapsado, la gente está desilusionada", describe Jristos Yovanópulos, profesor de Estudios Culturales de la Universidad de Westminster. Con los ajustes, el Estado no deja de reducir su estructura, y muchos empiezan a quedar fuera de su manto protector. Terreno abonado para el populismo.

El empobrecimiento del país y la ‘dictadura’ de la troika llevan a los griegos a votar a los extremos

En este contexto, la formación ultranacionalista se presenta ante los griegos como una alternativa capaz de sustituir la acción social del Estado. Sus militantes expiden cartillas para distribuir comida entre los necesitados, asesoran a los parados que buscan trabajo e, incluso, ofrecen atención sanitaria. Obviamente, solo para los griegos. La crisis y la aparente impotencia de los Gobiernos ante la dictadura de la troika han empujado a los griegos a  apoyar a los extremos. "Los votantes de Aurora Dorada son personas enfadadas y desesperadas tanto de izquierda como de derecha", afirma Papagianni.

Varios periodistas griegos reciben sentados a Nikos Mijaloliakos en protesta por el trato del partido a la prensa.
Varios periodistas griegos reciben sentados a Nikos Mijaloliakos en protesta por el trato del partido a la prensa.REUTERS

La otra opción de esos griegos desencantados es la izquierda radical, representada por la coalición Syriza, que también se mantiene fuera del Gobierno tripartito encabezado por el conservador Nueva Democracia con el apoyo de los socialistas del Pasok e Izquierda Democrática. Yovanópulos, que es asesor de Syriza, minimiza la capacidad de movilización del partido ultraderechista. "A sus actos no van más de 3.000 personas", sostiene. Pero lo cierto es que los sondeos colocaban en diciembre a Aurora Dorada como la tercera fuerza del país.

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Sobre el auge del partido ultraderechista, con el que este medio ha intentado contactar sin éxito, se cierne la acusación de tener apoyo oficial. Yovanópulos defiende que a los partidos tradicionales (Nueva Democracia y Pasok) les interesa la presencia de los neonazis "para meter miedo y para no hablar de lo que realmente importa". Papagianni y Olalla van más allá y se hacen eco de la teoría que mantiene que hay intereses "de las élites" económicas y religiosas detrás de Aurora Dorada. Mientras el Estado busca la manera de ir salvando los plazos fijados por la troika y los mercados y los griegos viven "cada día peor", Olalla no cree que los apoyos de los herederos de Metaxás vayan a disminuir. Y Papagianni resume las expectativas del pueblo heleno para este 2013: "Papá Noel nos va a traer violencia y pobreza extrema".

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