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Amnistía denuncia el uso de balas en las protestas en Venezuela

La organización alerta sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes

Un hombre atiende al joven tiroteado el lunes durante una protesta en Venezuela.
Un hombre atiende al joven tiroteado el lunes durante una protesta en Venezuela.AP

Restricción de la libertad de reunión, detenciones arbitrarias, acoso a la oposición y torturas. Y uso excesivo de la fuerza en la represión de las protestas antigubernamentales. Un año después de las multitudinarias manifestaciones que dividieron Venezuela, el informe anual de Amnistía Internacional es una dura denuncia contra la escalada de violencia que el país vive. Al menos 43 personas perdieron la vida y más de 870 resultaron heridas durante las marchas a favor y en contra del Gobierno entre febrero y julio del año pasado y más de 3.000 personas fueron arrestadas. A finales de 2014, 70 aún continuaban detenidas.

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En su informe, cuya publicación llega un día después de la muerte de un estudiante por el disparo de un policía en el estado de Táchira, la organización en defensa de los Derechos Humanos destaca que “las fuerzas de seguridad emplearon fuerza excesiva para dispersar las protestas” y alerta sobre el “uso de munición real a corta distancia contra personas desarmadas” o de “gas lacrimógeno y balas de goma en espacios cerrados”. Amnistía recuerda, entre otros abusos, el caso de la estudiante Geraldín Morteno, que en febrero del año pasado recibió el disparo de una bala de goma a corta distancia y murió tres días después.

Torturas y malos tratos

Tras alertar sobre las decenas de detenciones arbitrarias que se produjeron en el último año, Amnistía expresa preocupación por las denuncias de actos de violencia y torturas cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad. Siempre en Táchira, al menos 23 personas fueron detenidas en una operación conjunta de la Guardia Nacional y el Ejército en la ciudad de Rubio. “Mientras se encontraban bajo custodia —se lee en el informe— recibieron patadas, golpes y amenazas de muerte y de violencia sexual. Todas las personas detenidas, hombres y mujeres, permanecieron recluidas varias horas en la misma habitación con los ojos vendados. Podían oír cómo eran golpeadas las personas que tenían al lado. Al menos a una de las personas detenidas la obligaron a mirar cómo otra recibía una paliza. A Gloria Tobón la empaparon con agua y le aplicaron descargas eléctricas en brazos, pechos y genitales. La amenazaron y le dijeron que la iban a matar y a enterrar en pedazos”. A finales de 2014, la investigación sobre estas denuncias no había concluido.

Amnistía también dedica un parte del apartado sobre Venezuela a denunciar las detenciones de representantes de la oposición, en un sistema judicial “sujeto a injerencias gubernamentales”. La más destacada, la del líder del partido Voluntad Popular, en la cárcel desde hace un año.

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