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BUSH EN EUROPA

Bush invita a Europa a una nueva era de unión

El presidente de EE UU considera la paz en Oriente Próximo una prioridad común

George W. Bush aseguró ayer que Estados Unidos cree en una Europa fuerte, porque se necesita un socio fuerte para hacer el duro trabajo de extender la paz y la libertad en el mundo. En su esperado discurso de Bruselas, el presidente norteamericano subrayó que la alianza entre Europa y Estados Unidos es el principal pilar de la seguridad común. "Ningún poder en la Tierra nos dividirá jamás", remachó. "Comencemos una nueva era de unidad transatlántica", pidió, antes de marcarse una meta: "Nuestro objetivo inmediato es la paz en Oriente Próximo". Bush advirtió a Siria de que debe poner fin a la ocupación de Líbano, señaló que Irán no debe desarrollar armas nucleares y avaló la entrada de Ucrania en la familia europea.

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El presidente empezó un discurso que iba a durar 38 minutos con un chiste. Recordó el gran ascendiente, respeto y admiración que hace ya dos siglos suscitó en Europa Benjamin Franklin, de quien se llegó a decir que no había nadie que no le considerara un amigo de la humanidad. "Yo esperaba la misma recepción", dijo Bush, provocando la risa de la concurrencia, unas 400 personas discretamente seleccionadas para representar a todos los estamentos de la sociedad política bruselense: miembros del Gobierno, encabezado por el primer ministro, Guy Verhofstadt; de la Comisión Europea; del Parlamento Europeo; de la Alianza Atlántica; cuerpo diplomático; representantes de centros de estudios políticos... Las risas estaban en sintonía con lo que pensaba su secretaria de Estado. "Me dijo que fuera realista", señaló el presidente, provocando nuevas risas.

Pasado ese momento, Bush comenzó a desgranar con realismo una larga lista de temas sentidos como propios por su Administración y puestos sobre la mesa de los europeos para que también los asuman como de su interés. El presidente dio por hecho que "la alianza entre Europa y América del Norte es el principal pilar de nuestra seguridad". La fuerte amistad entre ambas orillas del Atlántico es crucial para la paz y la prosperidad del mundo, y "ningún debate circunstancial, ningún desacuerdo pasajero entre Gobiernos, ningún poder en la Tierra nos dividirá jamás". "Cuando Europa y Estados Unidos están juntos, no hay problema que se nos resista", dijo. "Estados Unidos apoya una Europa fuerte, porque necesitamos un socio fuerte para hacer el trabajo duro de extender la libertad y la paz en el mundo". Tras aludir veladamente a recientes discrepancias, que ya se diluyen, dio por llegada la hora de "comenzar una nueva era de unidad trasatlántica".

Al alcance de la mano

"El objetivo inmediato" de esa unidad reencontrada "es la paz en Oriente Próximo", de la que, dijo, "está ahora al alcance de la mano". Según el presidente, Estados Unidos y Europa "están decididos a ver dos Estados democráticos, Israel y Palestina, que vivan uno al lado de otro en paz y seguridad". Para llegar a ese momento deben cumplirse varias condiciones, que por el lado palestino suponen, esencialmente, la consolidación de la democracia y el fin del terrorismo. "Israel debe congelar la actividad de los asentamientos, ayudar a los palestinos a crear una economía que funcione y asegurar que un nuevo Estado palestino sea viable, con contigüidad territorial en Cisjordania", señaló el presidente, en lo que constituye una definitiva desautorización de la política seguida hasta ahora por Israel, que ha convertido a Cisjordania en una piel de leopardo moteada de asentamientos. "Un Estado de territorios dispersos no va a funcionar".

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Frente al desentendimiento de su primera Administración por la presencia de Yasir Arafat, Bush aseguró ayer que ofrecerá todo su apoyo para que los palestinos puedan construir una democracia.

La prédica de la libertad y la democracia fue una constante en el discurso de Bush, quien expresó su esperanza de que una Palestina libre y en paz sirva de catalizador para la reforma en el Gran Oriente Próximo. El objetivo no es sólo altruista. "No podemos vivir en paz y seguridad si Oriente Próximo sigue produciendo ideologías de muerte y terroristas que buscan las armas más letales", dijo. "El futuro de nuestras naciones y de Oriente Próximo están unidos y nuestra paz depende de su esperanza, desarrollo y libertad".

Pasó revista Bush a varios países del Gran Oriente Próximo. "Siria debe dejar apoyar a los terroristas" y "también debe terminar su ocupación de Líbano". "Todas las naciones tienen interés en el éxito de un Irak libre y democrático", dijo el presidente, para pedir inmediatamente que las democracias consolidadas ayuden a las últimas en llegar al club. Washington tiene a Irán en el punto de mira por sus planes nuclearizadores. "El régimen iraní debe acabar con su apoyo al terrorismo y no debe desarrollar armas nucleares", dijo el presidente. "No se puede descartar ninguna opción" en la salvaguardia de las naciones, pero en Irán "estamos todavía en las primeras fases de la democracia".

Protocolo de Kioto

Bush siguió desgranando sus posiciones sobre distintos puntos del globo. Dijo que la familia euroatlántica debería dar la bienvenida a Ucrania y subrayó que la defensa de la reforma democrática en Rusia debería ser una constante en las relaciones de Estados Unidos y los países europeos con Moscú. Sobre el Protocolo de Kioto la suerte está echada. "Ahora debemos trabajar juntos pensando en el futuro", dijo el presidente, para quien las nuevas tecnologías permitirán avances económicos, al tiempo que se reducen los gases de efecto invernadero.

El levantamiento del embargo de armas a China, al que se opone Estados Unidos, no fue abordado en un discurso centrado en lo que une o puede unir a ambas orillas del Atlántico. La exposición presidencial arrancó cortos aplausos en cinco ocasiones, pero estuvo lejos de entusiasmar. Timothy Garton-Ash, presente en la sala, consideró que el 80% del texto hubiese podido ser expresado por el Bush de la primera Administración. El politólogo y analista echó en falta una mayor pasión europeísta en el presidente. "No es un discurso rompedor, y para haber sido pronunciado en Bruselas no hay suficientes referencias al papel de la UE", decía Garton-Ash. "Ésa era la página más importante y ha faltado". Las palabras Unión Europea sólo aparecieron un par de veces en el discurso. Garton-Ash puso también algo de perspectiva y de realismo en su juicio. "Si Bush se convierte en el padrino de la paz en Oriente Próximo, eso será mucho más importante que la página que ha faltado".

El presidente de EE UU, George W. Bush, saluda después de finalizar su discurso en Bruselas.
El presidente de EE UU, George W. Bush, saluda después de finalizar su discurso en Bruselas.REUTERS

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